La Auto-medicación y los medios de comunicación.
Los medios de comunicación juegan
un papel decisivo en la auto-medicación y sobre todo en el auto-consumo de los
medicamentos, debido a que las característica de oferta que tienes son muy
peculiares, cuando en realidad el único quien debería tomar la decisión de que
medicamentos consumir debería ser el medico mas no el consumidor, pero debido a que los médicos
prescriben los medicamentos con su preferencia a ciertas marcas y no según productos
genéricos, los productores aprovechan y dirigen sus esfuerzos a determinar esa
preferencia, empleando todos los medios de convencimiento posibles en un
sistema que no se caracteriza precisamente por regular de manera adecuada, desde
el punto de vista social, los asuntos relacionados con la salud y la
publicidad. Por otra parte las empresas utilizan masivamente el resorte
publicitario en el caso de los productos farmacéuticos de uso común y venta
libre, a sabiendas de que la atención de la salud es un campo en el que tienen
primera importancia las creencias y los aspectos psicológicos de los pacientes.
De ahí que en la industria farmacéutica sean desproporcionadamente importantes
los gastos de promoción y publicidad con respecto a los de investigación y
desarrollo”1. Esta concepción según la cual los Medios son decisivos en el
consumo de medicamentos es compartida por el personal de salud, tanto médica
como paramédica, tanto privados como públicos. Este personal suele atribuir
este fenómeno básicamente a dos hechos: la falta de educación de la población y
justamente la influencia negativa de “los medios de comunicación masivos”.
Según un diario de Perú,” la automedicación
o uso de medicamentos según la propia iniciativa del paciente, por
consejo del farmacéutico o de cualquier persona no médica se ha convertido en
una costumbre y por ende en un grave problema de salud pública. Lo que empeora
aún más esta situación es el rol negativo que los medios de comunicación están
desempeñando al promover, de manera directa, esta práctica.” Por lo que podemos
asegurar que si influye en la automedicación, lo podemos notar al ver un
comercial de un medicamento, nos proporciona información de los síntomas que
soluciona pero omite las advertencias y los posibles efectos adversos de estos.
Estas inadecuadas campañas provocan que la población se despreocupe por lo que están
consumiendo. Sin embargo evitar estas campañas publicitarias es imposible por
lo que para hacer frente a este problema social y de salubridad seria por medio
de una campaña de monitoreo y educación para el uso racional de los medicamentos.
En nuestros días, la publicidad
muestra a menudo una realidad muchas veces deformada, cuyo único objetivo es
favorecer el consumo sin límites de todo tipo de productos, sin reflexionar en
los posibles impactos o perjuicios.
Conviene resaltar que no toda
auto-medicación es inadecuada por sí misma; se debe abogar por una
"auto-medicación responsable". Las diferencias entre este tipo de
auto-medicación y la clásica se encuentran principalmente en los siguientes
puntos:
La auto-medicación responsable
requiere un conocimiento previo de los síntomas (leves y menores) hacia los que
van dirigidos los medicamentos (Asociación Médica Mundial, 2002).
Se contrapone a la auto-prescripción,
o uso indiscriminado de fármacos sin indicación ni supervisión facultativa
("por indicación de un familiar o conocido")9.
Incrementa la autonomía y
responsabilidad de las personas en su salud.
Para fomentar una auto-medicación
responsable, el mayor esfuerzo radica en la educación para la salud: "enseñar
a auto-medicarse",
Información sobre la enfermedad:
su origen, gravedad y complicaciones: debe usarse un lenguaje sencillo.
Consejo terapéutico sobre el
fármaco, la dosis, los efectos adversos, la duración y la actuación a realizar
si existe mejoría o agravamiento del proceso patológico. Para ello se requiere
un lugar con medios apropiados y asegurar la confidencialidad de los datos.
Educación: qué hacer en episodios
similares y qué fármacos tomar; identificación de signos de alarma que obligan
a consultar al médico, actitud positiva frente a la auto- observación,
favorecer la colaboración y la comunicación.
Para llevar a cabo una formación
adecuada en automedicación responsable se precisan una serie de requisitos:
Disponer de profesionales con
conocimientos sobre educación para la salud.
Disponer, además, de
profesionales con conocimientos sobre la enfermedad, síntomas (detección de
síntomas mayores y menores mediante anamnesis, exploración del paciente y
establecimiento del diagnóstico de forma adecuada), epidemiología y detección
de problemas relacionados con la medicación.
Garantizar el seguimiento del
paciente desde su diagnóstico, conocimiento de pluripatología y polimedicación,
asegurando la continuidad e integridad de la atención al paciente, lo que
requiere de un lugar y medios adecuados.
Con respecto a este tema,
concluiremos afirmando que sin una actividad educativa sobre el uso de
fármacos, el cambio de legislación sobre la adquisición y publicidad de
medicamentos no garantiza una mejor utilización de los mismos.
Fuentes bibliográficas
Suemy Jacqueline Gonzalez Koyoc
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